NUESTRO HUERTO ESCOLAR
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”
Benjamín Franklin (1706-1790)
La aventura de construir nuestro huerto escolar se inició en el curso 2018, consolidándose cada año más como un referente importante en el conjunto de actividades complementarias que se desarrollan en el CEIP Al-Andalus. Este curso 2020/21 supuso un difícil comienzo dado que la necesaria adopción de medidas de protección contra el COVID-19 nos impidieron ponerlo en marcha tal como estaba previsto. Felizmente las circunstancias sanitarias fueron cambiando y esta actividad por fin pudo reiniciarse en el segundo trimestre con un entusiasmo entre el alumnado que ha mejorada la experiencia, proponiéndonos compartirla con toda la comunidad educativa para que aún resulte más enriquecedora.
En nuestro centro partimos del pensamiento que un huerto escolar es una fuente de motivación para que los niños/as planifiquen, colaboren, tomen decisiones y asuman responsabilidades individuales y colectivas. No podemos presentarlo como algo que un día aparece en el patio y del que ellos no han formado parte, todo lo contrario, nuestra pretensión es hacerles sentir que el huerto escolar es algo suyo.
Consideramos nuestro huerto escolar como una herramienta educativa y como un recurso de atención a la diversidad, que nos va a permitir desarrollar con los alumnos múltiples experiencias de carácter natural y poner en práctica actitudes y hábitos de cuidado y responsabilidad medioambiental.
Las actividades en el huerto nos facilitarán la conexión de las diversas áreas del currículo: Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Lengua, Matemáticas y Educación Artística con materias transversales: Educación Ambiental, Educación para la Salud y Educación para la Convivencia.
La puesta en marcha del huerto escolar se ha ido desarrollando en estos dos trimestres a través de diferentes fases que van desde la limpieza y preparación del terreno, siembra, cultivo y cuidados, hasta la recolección de las primeras hortalizas (lechugas, rúcula o rábanos). Además, en las aulas se han ido realizando otras actividades como observaciones, plantación de semilleros, dibujos, cuadernos de campo que van completando y enriqueciendo las tareas realizadas propiamente en el huerto.